8 mar 2011

Con sólo un peldaño

Apoyada en el abismo del tejado
toco el fondo del universo
y el vértigo, se precipita
por una escalera de caracol.

Giran las palabras, los encantos
filosóficos, la magnitud
del ser…, destruyendo la conciencia
maldecida al espejo.

Ay mujer, qué fue de tu nombre
en el paraíso de la tierra firme.

Begoña M. Bermejo

1 comentario:

  1. Estupendo, amiga, con elegancia de imágenes y sobriedad en el discurso. Beso
    Pichy

    ResponderEliminar